viernes, 2 de octubre de 2009

El Conflicto de Kraft

Se espera el encuentro entre las partes en disputa, sin embargo Kraft no respetó algunos aspectos de la tregua y mantiene la fábrica vigilada por efectivos de policía.

Aunque para el día de hoy se encuentra pautada una reunión entre las partes del conflicto desatado en la fábrica Kraft (ex Terrabusi), la patronal de la firma no ha respetado la tregua que se había establecido el lunes, luego de que el Ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, se reuniera en La Plata con su par bonaerense, Oscar Cuartango y las partes interesadas.
En dicho encuentro se había establecido el compromiso de la patronal de revisar la situación de los trabajadores despedidos y se fijó una tregua, consistente en el cese de las medidas de fuerza, la vuelta a las actividades normales de la fábrica y la revisión de los despidos y suspensiones realizados por la ex Terrabusi. Sin embargo, la empresa evitó el martes siguiente al encuentro en La Plata, el ingreso de los delegados a sus respectivas áreas de trabajo y cercó con alambre de púas el ingreso a la planta de General Pacheco.
Asimismo, en el interior de la factoría se apostaron oficiales de la policía, que ya la pasada semana reprimió violentamente a los trabajadores, encarcelando a muchos y violentando, inclusive, las gavetas en los vestuarios del personal.
En la reunión de La Plata, los ministros de Trabajo de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, representantes de la empresa Kraft Foods, del gremio de la alimentación y los delegados de la Comisión Interna, firmaron un acta que constituyó un avance en las negociaciones por intentar destrabar el conflicto laboral generado por más de 150 despidos. Fue el resultado de una extensa reunión urgente de más de siete horas en la capital bonaerense.
El conflicto tomó tal trascendencia que hasta la embajada de los Estados Unidos, país al que pertenece la patente de Kraft Foods, instó a las partes a buscar una solución al conflicto que sea “duradera”, llamando a respetar tanto los “derechos laborales” como los “derechos de propiedad”.
Distintas fuerzas de izquierda, entre ellas el Partido Comunista, la CTA, la Ladh, representantes del Bauen y de Ademys y otros sindicatos, repudiaron la brutal represión de la pasada semana, solidarizándose con los trabajadores y exigiendo la libertad de los detenidos, la reincorporación del personal cesante y la coordinación de esfuerzos solidarios con los obreros de la firma.
El pronunciamiento del Partido Comunista al respecto del conflicto y la represión efectuada declaró que “la violencia desatada contra quienes ejercen el derecho constitucional a expresarse exigiendo que se respete la estabilidad laboral, muestra la connivencia de la empresa multinacional con las autoridades gubernamentales que autorizaron la acción antiobrera”. A ello se agregó que “las balas de goma y los garrotes estuvieron al servicio de la defensa de las ganancias de la multinacional Kraft, que pretende ahora continuar amparando sus abultados beneficios con el argumento de la existencia de una crisis que no provocaron los trabajadores sino el propio sistema capitalista”.
Asimismo, el PC condenó “la actitud pasiva de la dirección del Sindicato de la Alimentación ante el despido de 160 trabajadores” así como responsabilizó a la empresa, al Ministerio de Trabajo y a las fuerzas de seguridad por este hecho y “por las consecuencias que podrían derivarse de no aplicar rápidamente las medidas superadoras del conflicto”.

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